Se aliviaría Gonzalito Arango si viera la Medellín ramera de sus relatos habitada por golondrinas en el mes de diciembre. ¡Vuelan! ¡Se agrupan! ¡Se elevan en sus propios cantos! Verlas pasar aliviana toda densidad: desvanece los nudos del tráfico y limpia de la memoria las estadísticas homicidas. Escucharlas cantar recrea una antigua esperanza: encarna la ensoñación de un árbol la transparencia de un río el verdor que otrora conquistó las montañas que altivas escoltan el Valle. Verlas, no más es acicate para el espíritu y paradójicamente un salto repentino a las alas remendadas de una ciudad que poco se eleva. Todavía se aprecia en ella algo que no es humano. En ese instante de placer en el que por tres segundos se ven cruzar las golondrinas sucede la hecatombe y la dicha.
Nació en Itagüí (Antioquia) en 1992. Creció en el constante tránsito entre los barrios 20 de Julio y El Socorro, donde fue provocado, por vez primera, entre grafitis y balaceras, su pensamiento literario. Es antropólogo de la Universidad de Antioquia y profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana. Autor del poemario "La dicha y después de ella".