Fue una rodada exigente y justa como todas en las que papá acompaña: un hombre sin descanso, con fulgor en las piernas, movido emocionalmente por su bicicleta. Esa montaña temida de Medellín fue la meta nocturna que nos abusó. Su tempestuosa bocanada de aire: fría, fresca, mentolada, nos midió el aliento y las palabras. Hablamos de todo lo bello que habita en él y habita en mí; hablamos de todo cuanto nos provoca: de la voz lastimera aunque cotidiana, y del júbilo efímero y avivador. Todo fue el aire a bocanadas hasta que, ignorante, puse sobre la mesa, como quien pone los trastos, el nombre de aquel político y su reclusión: para mí, justa; para papá, inconsecuente. Entonces la montaña ya no heló más, tibió el ambiente y el fulgor de sus piernas se transfirió a las mías. Me sentí provocado y, para variar, no pude menos que acelerar, como si nuestra diferencia justificara algún podio. Vimos más adelante sus camaradas, quienes animados por los gritos del padre, toc...
Nació en Itagüí (Antioquia) en 1992. Creció en el constante tránsito entre los barrios 20 de Julio y El Socorro, donde fue provocado, por vez primera, entre grafitis y balaceras, su pensamiento literario. Es antropólogo de la Universidad de Antioquia y profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana. Autor del poemario "La dicha y después de ella".